Dateo de homicidios – Abril

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Entrega abril

Empezamos gracias a la transparencia y al buen trabajo del SISC a hacer nuestro propio procesamiento sencillo de los datos de homicidios y un análisis muy corto que publicaremos mes a mes. Con esto buscamos fortalecer las veedurías, pero sobre todo invitar a que cualquier ciudadano pueda hacer veeduría a la política de seguridad desde el indicador fundamental de vidas perdidas por el absurdo del homicidio. Nuestra búsqueda como centro de estudio es que siempre el homicidio esté en el debate público.

En el 2021 y a pesar de la pandemia la cifra de homicidios en Medellín es intolerable en estándares internacionales, sí hemos recorrido un camino largo y superado mucho, pero no nos podemos estancar en una cifra que esconde muchos costos y que muestra una capacidad mafiosa muy fuerte en Medellín y una cultura de la eliminación todavía latente.

La disminución del homicidio en pandemia nos pone a pensar de lo difícil que es el espacio público en Medellín y ahora que se vuelven a ver incrementos importantes, incluso antes del peso de las manifestaciones en el fenómeno, podemos estar ante la ausencia de una política pública de seguridad en Medellín y mucho menos una política pública integral.

La edad modal del homicidio en abril no recoge a los jóvenes, pero estructuralmente no dejan de ser edades de la juventud las que tienen más frecuencia, y aunque la mayoría de los homicidios no se concentra en los jóvenes, siendo en una ciudad compleja como Medellín el homicidio multicausal, analizamos que el principal patrón nos sigue llevando a un joven de periferia. Proteger a los jóvenes de periferia, sería el paso más definitivo para hacer del homicidio algo normal.

El feminicidio es el otro fenómeno que nos preocupa y que hay que medirlo mejor. El feminicidio es lo que se asoma con más intensidad en múltiples violencias para las mujeres y el miedo en el espacio público y las agresiones en el hogar. Es interesante que este fenómeno no parece alterarse mucho con la pandemia, aunque sabemos que la violencia intrafamiliar y la violencia de pareja sí se agrava en estos tiempos.

La comuna donde ocurren los homicidios empieza a mostrar una leve recuperación de Castilla (Comuna 5), que sería la comuna de más atención durante un largo periodo de la pandemia. Nos está devolviendo a un fenómeno en Manrique (Comuna 3) que siempre ha tenido una atención por sus estructuras criminales y a Aranjuez (Comuna 4) que era un territorio donde no parecía tan claro la superación de fenómenos criminales.

Observando los barrios entendemos que Las Granjas, en la Comuna 3, tiene una enorme tradición criminal y en el 2009 fue un foco muy importante del fenómeno; no se puede descuidar la Comuna 5 y entender porqué se está concentrando el fenómeno en un solo barrio como lo es Girardot, y ponerle mucha atención a Pajarito, observando de qué corredor hace parte.

Aparte de Miranda en la Comuna 4, hay que poner mucha atención a Trinidad en la Comuna 15, donde no ocurría una concentración del fenómeno desde 2008. Cuando miramos noticias sobre estos barrios, entendemos que en Trinidad puede haber un grupo criminal eliminando habitantes de calle y que en Miranda puede estar afectando las competencias violentas y las paranoias de grupos criminales.