Las bases de datos de homicidios son absolutamente útiles para el diagnóstico y los indicadores de resultados. Permiten ser la base técnica de la política, las estrategias y los programas, además permiten gerenciar monitoreando si las distintas iniciativas están funcionando.
El conocimiento de profundidad etnográfica en el homicidio permite definir tácticas de actuación, pero sin el trabajo cuantitativo nos quedaríamos mirando el árbol aislado sin comprender el bosque de patrones, relaciones y conexiones que nos permiten definir inversiones y gerenciar los recursos.
En el momento de trabajar con bases de datos que se van convirtiendo en Big Data, nos damos cuenta que los datos por si solos no son útiles y que estos exigen convertirse en información. Pero convertir los datos en información no es un proceso inocente; requiere un marco conceptual que restrinja y aplane la realidad, de lo contrario será nuestra propia o inconsciente cultura (con sus virtudes y prejuicios) la que defina la forma en que los datos refuercen nuestras creencias.
Todo estos datos tecnificados en una base dependen de rutinas humanas con su subjetividad. Es por eso que una buena base tiene detrás impecables protocolos, funcionales por su simpleza. Es necesario un manual sobre clasificación de hechos basados en la evidencia inicial disponible y una hoja de vida de los indicadores.
Quizá la clasificación más compleja y arriesgada es la de los móviles; sabemos que así como es imperfecta también es muy útil. Lo que sucede es que esta es una variable y una medición en la base de homicidios que no depende de las ciencias forenses, de las mediciones tangibles de tiempo y espacio.
Lo importante de las variables en los móviles de homicidios es que sean mutuamente excluyentes, que recojan el espectro del histórico de homicidios y que agrupen permitiendo un método de clasificación estándar.
La personas que ingresan el dato deben de medir el nivel de proximidad de la fuente (con la víctima) y el número de fuentes; luego cuáles son las preguntas y observaciones estándar. Más aún, definir cuando la información es insuficiente y determina dejar la casilla de los móviles en un pendiente definido en este tipo de bases con el nombre de en investigación.
Se recomienda igualmente la lectura de situaciones evidentes, sin entrar en hendiduras y sin sobreinterpretar; precisamente se propone en esta variable dejar de leer la víctima y concentrarse en las motivaciones del victimario que pueden ser evidenciables. Es muy importante ser capaces de poner todos los casos necesarios con la variable en investigación y si empiezan a ser principales en la categoría relacionarlos a otra importante variable para la criminología: tratamiento del cadáver
Nos atrevemos a sugerir una variable más: vinculación criminal del victimario. Estas variables son aproximaciones pero, aunque tengan un margen de error, pueden ser importantes aproximaciones a realidades y coyunturas: ¿La pregunta es por qué lo asesinaron o qué pretendía el asesino con su muerte? ¿Nos interesa más saber las emociones o racionalidad que estaba involucrada o el tipo de victimario?
De tal forma, primero definimos la variable del tratamiento del cadáver –que puede hablar más de los comportamientos mafiosos que cualquier intencionalidad del victimario revelada por un testigo–, luego si se trata de un homicidio culposo o doloso (ya que la política criminal cesa en el terreno de los accidentes). Tercero, la vinculación criminal del homicida. Cuarto, los móviles del homicidio con las categorías de competencia criminal, depuración criminal, victimización a la ciudadanía, negación a colaboración criminal, protección, venganza, momento de rabia, envidia, celos, codicia y en investigación.
A) Tratamiento del cadáver
- Ninguno
- Transporte del cadáver.
- Intento de ocultamiento del cadáver.
- Desmembramiento
- Intento de ocultamiento del cadáver y desmembramiento.
B) Intencionalidad
- Culposo
- Doloso
C) Vinculación criminal del asesino
- Sí.
- No
D) Objetivo del asesino
- Competencia criminal: enfrentamiento entre organizaciones criminales.
- Depuración criminal: asesinato por miembros de la misma organización.
- Victimización a la ciudadanía: atraco o extorsión.
- Negación a colaboración criminal: no ingresar al grupo, delatar o negarse a colaboraciones como guardar armas o hacer mandados.
- Protección: el asesino termina asesinado por su víctima potencial.
- Venganza: retribución a un acto violento, normalmente el asesinato de un ser querido.
- Momento de rabia: personas que en un espacio de coexistencia como puede ser la vía pública, una fiesta o un establecimiento público terminan peleando.
- Envidia: lo que los muchachos llaman bronca y lo que muchas veces es la atribución de un actor armado de salirse con la suya por sentirse despreciado o superado por alguien.
- Celos: asesinato de la pareja por una situación de celos.
- Codicia: los casos donde alguien por fuera de grupos criminales asesina o contrata a alguien para asesinar con el objetivo de quedarse con algún dinero o propiedad.
- En investigación: no hay ningún tipo de testigo.
Sugerimos adicionalmente llevar la estadística de personas asesinadas que son testigos claves.
E) Testigo en algún proceso judicial
- Sí.
- No
F) Programa de protección a testigos
- Sí.
- No