La columna de Camila Uribe, Estratega Ejecutiva de Casa de las Estrategias, para Morada Noticias.
Hace unos meses, el DANE y ONU Mujeres sacaron un informe titulado “Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia”. Este informe expone con datos, algunas características de la población colombiana diferenciando entre hombres y mujeres. Lo que se encuentra es que estamos aún muy lejos de tener condiciones iguales y esto se nota más en áreas rurales. Hoy, quiero contarles datos generales, sobre participación laboral y uso del tiempo. En la próxima columna traeré datos sobre otros temas. Claro, diferenciándolo entre hombres y mujeres.
Empecemos con lo general: ¿Ustedes qué creen? ¿Qué en Colombia somos miti y miti mujeres y hombres? Les voy a contar, en Colombia hay un poquito más de mujeres que de hombres: 51,2% somos mujeres y 48,8% hombres. Y saben qué, en las cabeceras de los municipios esta diferencia es más grande, por cada 100 hombres, hay 108 mujeres mientras que en las áreas rurales, por cada 100 hombres hay 91 mujeres. En lo que sí somo miti y miti es en las víctimas del conflicto armado: en el registro nacional, mitad son mujeres y mitad hombres.
Ahora sí, miremos las brechas que no son naturales y que han sido históricas por el sistema desigual en términos de género, en términos laborales son más los hombres que están participando de la fuerza laboral, es decir que están saliendo a trabajar o a buscar trabajo o luchándosela por la papita. 3 de 4 hombres participa mientras que las mujeres son 2 de 4.
Estas brechas también existen en todos los niveles de escolaridad, pero están teniendo más posibilidad de participar las mujeres con más escolaridad, por ejemplo las que tienen educación superior. Y vean les digo, no crean que cuando hablo de participación es que sea muy voluntaria la cosa y o que no les de la gana. No, las mujeres participan menos porque existen muchas barreras para hacerlo y las labores domésticas están recayendo sobre ellas.

Uno se va dando cuenta que la cosa es mucho más complicada cuando entiende que, las mujeres que intentan participar no lo consiguen “tan fácil” como los hombres. La tasa de desempleo siempre ha sido mayor en las mujeres que en los hombres. Y esa brecha no se cierra, incluso en la pandemia se amplía. Luego, cuando una mujer consigue trabajo, los salarios son menores también que los de los hombres. Por cada 100 pesos que se ganan los hombres, las mujeres sólo llegan a 88 pesos.
Y finalmente el resultado de eso es que muchas mujeres no cuentan con ingresos propios, sólo el 73% los tienen y en el caso de los hombres ese porcentaje llega al 90. Y el problema es que la dependencia económica se acentúa más la desigualdad entre hombres y mujeres y las violencias de género. Como ven, las opciones laborales de las mujeres están sumamente limitadas y se limitan más por la responsabilidad de las actividades domésticas y de cuidados no remuneradas, que recaen desproporcionadamente en ellas. Y es que ojo con este dato: Diariamente, las mujeres destinan en promedio 7 horas y 14 minutos a este trabajo, en contraste con 3 horas y 25 minutos de los hombres, lo que significa una brecha de casi cuatro horas.
¿Qué opinan?
¡Y después preguntan por qué estamos tan enojadas!
Esto nos debe importar a todos porque está demostrado que para que las sociedades avancen y sean
más desarrolladas, los hombres y mujeres tienen que participar en igualdad en todas las áreas.
Fuente: https://bit.ly/3r0hSvl