En junio se registraron 32 homicidios en Medellín, una reducción de 6 % con respecto al mes anterior en el que se registraron 32 casos, y una reducción de 27 % con respecto a junio de 2021. En general, en 2022 se han registrado 191 homicidios en la ciudad lo que representa una disminución de 10 % con respecto a los 211 casos ocurridos en 2021.
A pesar de estas cifras positivas de reducción, sigue siendo preocupante el habitar una ciudad en la que en apenas seis meses se pierden casi 200 vidas y que esto no detone en un rechazo masivo por parte la sociedad civil y de acciones concretas por parte de la institucionalidad. Detrás de cada vida que se pierde hay una familia que perdió un baluarte, que se encuentra más sola y que necesita del apoyo y el acompañamiento de toda la ciudadanía.
En promedio se han registrado 31 homicidios al mes en 2022, lo que equivale aproximadamente a un homicidio diario en Medellín. Las víctimas, en sus características, en sus orígenes y en los lugares en que se desarrollan sus cotidianidades tienden a ser muy diversas; sin embargo, existen patrones y concentraciones en un grupo que corre un mayor riesgo de homicidio en la ciudad: los hombres adolescentes y jóvenes los cuales ascienden a 69 víctimas (36 % del total).
En junio se registraron 32 homicidios de los cuales 10 tenían entre 14 y 28 años (31 %)[1], acá se refleja la concentración que continúa teniendo la violencia homicida sobre la población más joven de la ciudad y, por tanto, la necesidad de generar espacios de relacionamiento adolescente que no estén mediados por dinámicas de estructuras delincuenciales, lo cual es uno de los objetivos principales del proyecto Ciudades Sin Miedo.
Adicionalmente, 31 de las 32 víctimas fueron hombres. Una de las víctimas fue una mujer de 35 años, de nacionalidad venezolana y quien, al parecer, fue asesinada por su pareja sentimental. Con respecto a la nacionalidad de las víctimas, de las 16 de las cuales esta información es conocida, 2 fueron migrantes venezolanos. Con respecto a otros grupos de especial atención, se tiene que dos de las víctimas de homicidio eran habitantes de o en situación de calle. Esto demuestra que sumas de vulnerabilidades y riesgos culturales, económicas y sociales que terminan colocando a personas en riesgo de homicidio en Medellín.
[1] Esta cifra puede ser mayor si se tiene en cuenta que de los 32 casos en 9 no se tiene registro acerca de la edad de la víctima (28 %).
En junio se registraron 32 homicidios de los cuales 10 tenían entre 14 y 28 años (31 %)[1], acá se refleja la concentración que continúa teniendo la violencia homicida sobre la población más joven de la ciudad y, por tanto, la necesidad de generar espacios de relacionamiento adolescente que no estén mediados por dinámicas de estructuras delincuenciales, lo cual es uno de los objetivos principales del proyecto Ciudades Sin Miedo.
Adicionalmente, 31 de las 32 víctimas fueron hombres. Una de las víctimas fue una mujer de 35 años, de nacionalidad venezolana y quien, al parecer, fue asesinada por su pareja sentimental. Con respecto a la nacionalidad de las víctimas, de las 16 de las cuales esta información es conocida, 2 fueron migrantes venezolanos. Con respecto a otros grupos de especial atención, se tiene que dos de las víctimas de homicidio eran habitantes de o en situación de calle. Esto demuestra que sumas de vulnerabilidades y riesgos culturales, económicas y sociales que terminan colocando a personas en riesgo de homicidio en Medellín.
[1] Esta cifra puede ser mayor si se tiene en cuenta que de los 32 casos en 9 no se tiene registro acerca de la edad de la víctima (28 %).
Con respecto a las concentraciones espaciales de los homicidios, La Candelaria sigue siendo la comuna con el mayor número de homicidios (8 en junio, 25 % del total); a esta la siguen la comuna de San Javier con cinco casos y la comuna de Aranjuez también con cinco casos. No obstante, al disminuir la unidad espacial de análisis se observa que los barrios con más casos en junio fueron Moravia (Aranjuez) con tres casos, El Picacho (Doce de Octubre) con dos casos, Las Independencias y Antonio Nariño (ambos barrios con dos casos y con dos casos cada uno).
En términos anuales la comuna con mayor número de casos continúa siendo La Candelaria con 45 homicidios (24 % del total). Esta tendencia se repite anualmente y resulta preocupante, pues desde hace por lo menos diez años La Candelaria representa el 17 % de los casos ocurridos en Medellín y en esta misma comuna los casos se concentran en tres o cuatro barrios específicos. ¿Qué pasa con las instituciones encargadas de reducir los niveles de homicidio como la Policía, la Fiscalía y la Alcaldía de Medellín? ¿Por qué se ha naturalizado el hecho de que La Candelaria sea una comuna con alto nivel de homicidios?
Otros barrios con altos niveles de homicidios son Robledo con 18 casos (9 %), San Javier con 18 casos (9 %) y Aranjuez con 16 casos (8 %). Los barrios con más homicidios en 2022 son Estación Villa (11 casos), La Candelaria (6 casos) y Antonio Nariño (5 casos). Esto demuestra que estrategias focalizadas de prevención del homicidio tienen el potencial de reducir aún más los niveles de violencia de la ciudad; además muestra la pertinencia de campañas de desnaturalización del homicidio a nivel tanto ciudadano como institucional.
Además de estas concentraciones espaciales es necesario tomar en cuenta las comunas de residencias de las víctimas de homicidio. De los 191 casos el SISC tiene información de 31 víctimas (16 %). De estas 31 víctimas, las principales comunas de residencia son San Javier (8 casos), La Candelaria (6 casos), Laureles-Estadio (5 casos) y Aranjuez (5 casos). Tres de estas cuatro comunas tienen altos niveles de desigualdad y de precariedad socioeconómica que pueden aumentar la vulnerabilidad y el riesgo de violencia homicida; sin embargo, es interesante notar que el homicidio es transversal a toda la ciudad, ejemplificado en la comuna Laureles-Estadio, no solo a los que tienen mayores niveles de precariedad.