la Alcaldía de Medellín estuvo marcada por el cambio de alcaldes en ejercicio durante el mes de junio. Inició el primer día del mes con el nombramiento de la alcaldesa encargada Jenifer Andree Uribe, quien hace parte del gabinete de Daniel Quintero como secretaria de Salud del municipio.
El nombramiento de la alcaldesa se da tras la suspensión del anterior alcalde designado, Juan Camilo Restrepo, quien, como se señaló en el dateo del mes anterior, fue nombrado por la presidencia de Duque el pasado 11 de mayo. Su destitución se dio por la admisión del Tribunal Administrativo de Antioquia de la demanda de nulidad electoral en su contra, que evidenciaba que este no hacía parte del partido político del alcalde titular y, por tanto, no podía dar continuidad a la alcaldía de turno.
De esta manera, y en apoyo manifiesto a Quintero, el discurso de las redes de la Alcaldía durante las primeras semanas estuvo marcado por el énfasis en la continuidad del plan de gobierno vigente Medellín futuro, que se ha difundido en redes con la etiqueta #MedellínFuturo (este mes con 137 menciones desde las cuentas de Twitter asociadas a la municipalidad) y con la alusión a la cuenta personal de la alcaldesa (@AndreeUribeM), mencionando su perfil profesional.
En la misma línea, las principales etiquetas empleadas por la Alcaldía durante el ejercicio de Andree Uribe resaltan las acciones adelantadas en las líneas propuestas por Quintero, como la continuidad de la campaña #ComputadoresFuturo, a la cual se le venía haciendo fuerza en los meses previos a la suspensión de este último (al respecto, ver el dateo del mes de abril), con palabras asociadas como estudiantes, jóvenes, niños, compromiso y oportunidades, y acompañada de fotos que guardan el mismo lenguaje que el empleado por Quintero para la entrega de computadores, donde aparecen de manera personal posando durante la entrega de las cajas con grupos de estudiantes.
Este énfasis busca evidenciar el refuerzo en la continuidad de una Alcaldía que se vio fragmentada con el ejercicio de un partido contrario durante un período clave de coyuntura electoral, teniendo en cuenta que Medellín es un municipio con un peso determinante en las votaciones.
Si bien los primero días el discurso se enmarcó en nombrar a Quintero por medio de menciones a su cuenta personal (@QuinteroCalle) en agradecimiento y reconocimiento, las contingencias en movilidad rápidamente desplazaron la visibilización de su figura particular, hasta su posterior restitución en el cargo.
Así, el fuerte acumulado de las menciones durante los primeros veinte días del mes son alusivas a la movilidad, primero sobre las afectaciones en las vías del Metro desde el 16 de junio en la estación Tricentenario, y luego acerca del levantamiento temporal del pico y placa como medida asociada, con menciones a #MovilidadMedellín (365), @metrodemedellin, #picoyplacamed (138), y términos como reducida (278) y norte (339).
Este período contrasta significativamente con los siguientes diez días del mes. La restitución de Daniel Quintero en la Alcaldía tras la elección de Gustavo Petro como siguiente presidente de Colombia cambió la tendencia del discurso municipal. Se reforzaron expresiones como “nuestro Alcalde” y “mi Alcalde” —aunque la etiqueta #QuinteroMiAlcalde perdió fuerza—; pero hubo un énfasis en las cuentas interesado en resaltar el carácter popular de la elección de Quintero, como valor restituyente de su autoridad en el cargo. Por parte de la cuenta oficial de la Alcaldía, es evidente su enfoque en el agradecimiento como contrapartida a Gustavo Petro, en cadenas de palabras como “Petro”, “país”, “presidente”, “Colombia”, “gracias”.
El discurso desde la Alcaldía se enfocó, por tanto, en reforzar la imagen de una alianza: retomando una continuidad de las políticas municipales del partido vigente enunciada como cumplimiento del plan de gobierno municipal y desde donde busca afirmar su legitimidad —en total distanciamiento con el mandato temporal que tuvo Juan Camilo Restrepo impuesto desde la Presidencia—, seguido de la restitución de Quintero que, a su vez, busca avalarse desde el nombramiento popular, y finalizando con el apoyo directo al nuevo presidente electo.