Dateo de feminicidios en Medellín- Mayo

Jun 23, 2022 | Publicaciones

En este primer dateo de feminicidios Casa de las Estrategias ha asumido de forma situada y diferencial la violencia contra las mujeres, reconociendo la urgencia y la necesidad de estudiar los feminicidios como un fenómeno que política, social y económicamente afecta a las mujeres por el hecho de ser mujeres; develando el sustrato de explotación, opresión y jerarquías en la sociedad y en este caso Medellín.

Hasta mayo de 2022 han sido asesinadas 12 mujeres en Medellín. Mujeres que residían en zonas con altos índices de desigualdad y que no son más que la representación particular de lo que viven las mujeres a nivel global; si se sitúa en Medellín, y principalmente en América Latina, las formas de violencia que se han introducido en la vida cotidiana tienen como cimiento la desensibilización producto del conflicto y las diferentes formas de violencia armada, desde la urbana hasta la rural, que los hombres han aprendido y reproducido en entornos de guerra.

Particularmente en Medellín, el conflicto armado ha pasado a soterrar el entorno urbano y se ha introducido en las comunas más precarizadas, haciendo del cuerpo de las mujeres el objeto de demarcación territorial como forma de comunicación entre combos -reafirmación de su poderío- y como forma de atemorizar a las mujeres y hacer de las marcas de violencia sexual, tortura y desmembramiento, la rotulación del conflicto que se evidencia en las relaciones sociales de los habitantes de la ciudad. Por ejemplo, mediante el mandato de masculinidad, como primera y permanente pedagogía de expropiación de valor y consiguiente dominación patriarcal (Segato; 2016), que se presenta como forma de demostrar cosas entre los hombres (Segato; 2003) que no solo da cuenta de las formas de poder que estos ejercen sobre las mujeres sino como forma de atemorizarlas y hacerles temer (Falquet; 2017).

¿Cuáles son los lugares en dónde más femicidios y feminicidios se cometen en Medellín?

Comunas con mayores índices de violencia contra las mujeres

Según una investigación que adelanta Casa de las Estrategias y en la que se estudian las dinámicas de violencia femicida y feminicida en Medellín 793 mujeres que residían en las comunas con mayores índices de desigualdad, fueron asesinadas entre 2010 y mayo de 2022. Estas comunas son: Popular, Santa Cruz, San Javier, Manrique, Villa Hermosa, Doce de Octubre, San Javier, Aranjuez, Robledo, Castilla y Buenos Aires.

En lo corrido del año 2022 la comuna con más femicidios sigue siendo La Candelaria en donde 2 mujeres fueron víctimas de feminicidio en febrero, seguida de Belén (1 caso), Castilla (1 caso), y Santa Cruz (1 caso) también para el mes de febrero. En marzo fueron asesinadas 2 mujeres, una en Laureles-Estadio y una en Villa Hermosa. Para abril se tienen los siguientes casos: La Candelaria (1), San Javier (1), Santa Elena (1) y para mayo se tiene que en Popular se cometió (1) femicidio que fue clasificado como feminicidio.

Además, durante el año 2022 el mes con cifras más representativas de violencia contra las mujeres fue en febrero con 6 feminicidios y sin embargo, no deja de ser preocupante e indignante que el caso de mayo que corresponde a (1) feminicidio se haya presentado como caso de violencia cometida por parte de la pareja de la víctima. Esta mujer, caso en el que se ahondará más adelante, residía en la comuna 1, Popular, una de las zonas más precarizadas de la ciudad.

Lugares con mayores feminicidios

Si se analizan los lugares del hecho se encuentran patrones de feminicidios similares. Los análisis estadísticos muestran concentraciones en lugares del hecho, y sin embargo, estos patrones evidencian un grado de inoperancia que podría ser subsanado con la creación de redes protección que se enfoquen en estos lugares que concentran los asesinatos, además de prevenir los feminicidios, no prorrogarlos, y trabajar por desnaturalizar esta victimización. Las formas en las que la vida de las mujeres sigue estando en riesgo principalmente por sus parejas y ex parejas evidencia que siguen siendo los hombres que sostienen con ellas relaciones erótico afectivas quienes las ponen en mayor riesgo de formas de violencia sexual, tortura, sevicia hasta el feminicidio y que en muchos casos conviven con ellas.

En 2022 cuatro mujeres han sido asesinadas en su residencia, tres en vía pública, dos en un bar o cantina, una en una casa o apartamento, una en un casino y finalmente una en una quebrada o río. Es importante resaltar, el significado de los cuerpos en las zonas boscosas, ríos y quebradas. Este fue el caso, por ejemplo, del feminicidio de Yessi Paola David de 22 años, cometido en mayo por su pareja sentimental y cuyo cuerpo fue arrojado en una zona boscosa (2).

Estos cuerpos desmembrados o con signos de tortura y sevicia, actúan como forma de comunicación, como se mencionó anteriormente, ante el mandato de masculinidad entre los hombres y sigue evidenciando la falta de respuesta inmediata por parte de las instituciones. Es importante tener en cuenta el llamado de Yessi Paola al 123, pero cuando estos acudieron al auxilio ya había sido asesinada con arma cortopunzante.

Finalmente, las modalidades del femicidio más frecuentes fueron: con arma cortopunzante se asesinaron a 5 mujeres, estos femicidios se dieron en los siguientes meses: 1 en febrero, 1 en marzo, 2 en abril y 1 en mayo. La modalidad de arma de fuego fue utilizada con 6 mujeres, distribuidas en los siguientes meses: 4 en febrero, 1 de ellas en marzo y 1 abril. Finalmente en febrero uno de los feminicidios tuvo como modalidad el ahorcamiento.

Categorías de los feminicidios

Además, en lo que va del año 2022 7 mujeres fueron víctimas de feminicidio. 3 de los casos fueron clasificados como Circunstancias y contexto por la Subcomisión de clasificación de feminicidios de la Alcaldía de Medellín, 2 casos fueron clasificados como feminicidios cometidos por la pareja de la víctima, 1 caso como feminicidio cometido por la expareja y 1 caso como feminicidio asociado al conflicto armado.

A modo de cierre, es necesario reflexionar sobre el hecho de que las formas de violencia feminicida operan reticularmente con las formas de estructuración económica, política y social, lo que expone a las mujeres con trabajos más precarizados como principales víctimas de diferentes formas de violencia.