Inversión pública en la reducción de violencias contra las mujeres y homicidios de mujeres durante el gobierno de Iván Duque

Nov 23, 2022 | Publicaciones

Introducción

Para esta cápsula investigativa nos enfocamos en el cuatrienio del gobierno de Iván Duque con el fin de analizar su manejo gubernamental e inversión pública en materia de violencia contra las mujeres; pero, antes de llegar al período de Duque, y con el fin de analizar la tendencia que tomaron los homicidios de mujeres en su gobierno, partimos de los períodos presidenciales de Álvaro Uribe Vélez (2002- 2010) y Juan Manuel Santos (2010- 2018). Estas cifras, en contraste con la literatura científica, permiten analizar la tendencia que han tomado los homicidios de mujeres en Colombia; y específicamente, el lugar que ocupa en la agenda pública la violencia contra las mujeres, puntualmente los homicidios de mujeres y los feminicidios, y así examinar la inversión y la voluntad política para ponerle un alto a esta problemática. 

Teniendo en cuenta el papel Estado y las estrategias para la detección, prevención, atención y protección frente a los homicidios de mujeres y los feminicidios, así como la inversión pública que se le destina a este fenómeno, nos preguntamos ¿Cómo fue el manejo de gasto público en materia de Equidad para las Mujeres [1] durante el gobierno de Iván Duque? ¿Cuál fue el monto presupuestal invertido en la reducción de violencias contra las mujeres, los homicidios de mujeres y feminicidios y qué tan efectivo fue? ¿Cuál fue el grado de violencia sufrido por las mujeres durante el gobierno de Iván Duque? y, ¿Cuántos homicidios de mujeres ocurrieron durante su gobierno?

Esto con el fin de analizar los resultados del gobierno saliente en materia de violencia contra las mujeres, y específicamente en cómo fueron abordados, en Colombia, los homicidios de mujeres, pero, específicamente los feminicidios en Medellín. 

Plan de desarrollo y monto presupuestal para la “Equidad de la Mujer”

Con el fin de “mitigar” paulatinamente y “erradicar” las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres, así como estimular la participación, la inclusión y el pleno desarrollo y garantía de los derechos de las mujeres, el gobierno expidió “la Ley No 1955 de 25 de mayo de 2019 por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 “Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad” [3], en el que se establece que las entidades que conforman el Presupuesto General de la Nación presenten asignaciones de presupuesto, en este caso mediante el “Trazador Presupuestal para la Equidad de la Mujer”[4], definido por el Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público con el objetivo de exponer públicamente el presupuesto anual destinado para la Equidad de la Mujer. 

Como muestran las gráficas, entre los años 2020 y 2022 este presupuesto ha disminuido; teniendo el año 2020 un presupuesto de $3,2 billones, el año 2021 uno de $2,9 billones y 2022 el presupuesto fue de $2.7 billones. Es decir, durante este periodo se registró una disminución de 14 %. 

Este trazador tiene la función de operar como “sistema de captura de información con el fin de registrar los recursos focalizados para atender esta política” (GNC, 2020, p. 4)[6]. Según el Instructivo Trazador presupuestal Equidad Mujer [7] la medición se hace a partir de indicadores de género con el fin de medir avances y retrocesos para visibilizar las brechas entre hombres y mujeres; y conforme a esto, los temas que definen los indicadores cuantitativos y cualitativos son: 

-Desarrollo económico y fomento productivo;

-Desarrollo social;

-Ordenamiento territorial, infraestructuras y medio ambiente;

-Desarrollo institucional, articulación de actores y participación ciudadana. 

Para este caso, el que convoca el análisis es el segundo, que corresponde al Desarrollo social y cuyos indicadores cuantitativos y cualitativos son:

En la línea de indicadores cuantitativos está la tasa de feminicidios y en los indicadores cualitativos están:  la percepción de hombres y de mujeres sobre la situación de violencia e inseguridad y la existencia de programas de prevención y atención de violencias de género. Con respecto a estos indicadores, es importante analizar varios puntos. 

En cuanto a los indicadores cuantitativos solo se tiene uno, a saber, la tasa; y en cuanto a la diversidad que posibilitan los indicadores cualitativos, sólo se observan dos, pero ¿qué pasa con la victimización de las mujeres? ¿Qué lugar ocupan el acoso sexual y callejero? ¿Qué lugar ocupa el miedo de las mujeres que son amenazadas por sus parejas, ex parejas en estos indicadores? ¿Cuántas mujeres han interrumpido sus actividades cotidianas -estudio, trabajo, habitar el espacio público o privado- producto de múltiples amenazas? ¿Cuántas mujeres han cambiado de hogar por ser amenazadas? ¿Cuántas han renunciado a un trabajo por acoso laboral en medio de relaciones de poder? 

Es decir, si la situación de hombres y mujeres es sobre inseguridad, el indicador es muy general; por ejemplo, si se mencionan los feminicidios, a saber, como la percepción de inseguridad de mujeres, ¿acaso no es necesario, hablar de la inseguridad que sienten las mujeres y que es tangencialmente diferente a la inseguridad que sufren los hombres? ¿Por qué estos indicadores no incluyen la percepción de seguridad de las mujeres trans?

Los indicadores no solo son muy pocos, sino que son vagos como para medir violencias puntuales contra las mujeres y los feminicidios; no se centran en aquellas minucias que deben ser tomadas en cuenta para desagregar la categoría de violencia contra las mujeres en Colombia, y sin mediciones precisas y rigurosas no es fácil lograr la creación de políticas públicas para la reducción de feminicidios y violencias. En las conclusiones retomamos este tema y proponemos dos indicadores cuantitativos que pueden servir como ejemplo para ampliar la medición. 

También, en el Trazador de Equidad de la Mujer, se identifican cinco categorías a las que se les destinaron 2,7 billones a saber: 

  • Autonomía Económica y acceso a activos: $ 2.149.743.484.776
  • Participación en los escenarios de poder y de toma de decisiones: $11.033.435.683
  • Salud y derechos sexuales y reproductivos: $48.493.658.481
  • Educación y acceso a nuevas tecnologías: $18.075.111.978
  • Mujer libre de violencias: $ 516.105.074.816
  • Y una subcategoría: Desarrollo Institucional y Transformación Cultural.

 
Para este caso, la categoría Mujer Libre de Violencias hace referencia a: 

Las acciones de prevención destinadas a evitar cualquier acto de violencia contra las mujeres, y las acciones orientadas a brindar atención integral y diferenciada a las mujeres víctimas de diversas formas de violencia garantizando el acceso a la justicia, a la salud y a la protección y restitución de sus derechos (ITEG, 2020, p. 23) [8]

Como se indicó al inicio, desde el año 2020 hasta 2022 este presupuesto ha disminuido y para el 2022 presupuesto destinado de $2,7 billones se dividió entre 42 entidades[9].

Entre 2020 y 2021 el presupuesto de Mujer libre de violencias tuvo una disminución de 27 % pasando de $306.185.000.000 en el 2020 a $223.778.000.000 en 2021. 

Es importante resaltar que este presupuesto ha sido simplemente enunciado, y estos indicadores no dan cuenta del cambio obtenido. De entrada, es evidente la reducción del presupuesto, pero, no responden preguntas como ¿Cuál fue el cambio que se dio en términos de Equidad de Género? Es decir, si bien se tienen unos indicadores y un trazador que evidencia el monto destinado se requiere un seguimiento que dé cuenta cómo mediante la inversión pública estos indicadores lograron evidentemente transformar esas condiciones de violencia en beneficio de las mujeres ¿Cómo logró erradicarse esa violencia, qué cambio hubo en las condiciones materiales de existencia de las mujeres? ¿Qué se hizo para mitigarla, y si en efecto se mitigó? Pero también, ¿Qué estrategias y acciones se implementaron en esas 42 entidades para reducir la violencia contra las mujeres en cada una de esas esferas?

Si bien el Gobierno Nacional no presenta cómo se concretizó la inversión anunciada mediante los cambios que se dieron luego de la asignación presupuestal, nos hemos propuesto desde la estadística descriptiva y la literatura científica sobre feminicidios, homicidios de mujeres y violencia en Colombia, ahondar en la efectividad del tratamiento económico, político y social en materia de reducción de feminicidios. Entonces, ¿qué tan efectiva fue la inversión pública en el gobierno de Duque? ¿Realmente se redujo la violencia contra las mujeres? ¿Se redujeron los homicidios de mujeres y los feminicidios?

Gobiernos de Uribe, Santos y Duque, homicidios de mujeres entre 2002 y 2022 en Medellín

Para analizar la tendencia de los homicidios de mujeres, se tomaron datos desde el primer mandato de Álvaro Uribe Vélez en 2002 hasta el mandato de Iván Duque en 2022. Si bien se tomaron cinco ciudades, a saber, Medellín, Bogotá, Cali, Cartagena y Barranquilla, el número de homicidios de mujeres se toma meramente con carácter expositivo, además de mostrar, de manera gráfica, las tendencias; lo que no indica que analicemos este fenómeno en cada ciudad en particular, a excepción de Medellín.

¿Qué tendencia ha tomado esta guerra contra las mujeres durante el periodo 2002- 2022?

Como se muestra a continuación de manera desagregada durante los gobiernos de Uribe, Santos y Duque, entre 2002 y 2022, en Colombia hubo aproximadamente 26,831 homicidios de mujeres. A continuación, se desagrega el número de homicidios de mujeres para las cinco ciudades más grandes del país, durante cada uno de estos períodos.


Se puede describir de estas tendencias que Medellín es la ciudad con más homicidios de mujeres hasta el gobierno de Uribe. En los gobiernos de Belisario Betancur (1982- 1986), en el de Virgilio Barco (1986- 1990), en el de César Gaviria –el período de violencia más álgido–, en el gobierno de Ernesto Samper (1994- 1998) y en el de Pastrana (1998- 2002), Medellín tuvo el número más alto de homicidios de mujeres en el país, es decir, Medellín fue la ciudad más violenta para las mujeres durante 20 años, con un total de 5.166 homicidios de mujeres; esto significa que en Colombia, Medellín puso el 12 % de homicidios de mujeres entre 1982 y 2002. 

Luego, desde el 2002, que correspondió al primer mandato de Uribe, Medellín dejó de tener el número más alto de homicidios de mujeres en Colombia y su lugar lo ocupó Bogotá, siendo la ciudad con mayor número de homicidios de mujeres en el país. Desde el gobierno de Uribe con ocho años como presidente, el de Santos, también con ocho años, y con los cuatro años del gobierno de Duque, Bogotá ha sido la ciudad con más homicidios de mujeres. Esto quiere decir que entre 2002 y 2022, en los gobiernos de Uribe, Santos y Duque Bogotá se registraron 2.488 homicidios de mujeres en Bogotá, lo que representa el 9 % de los homicidios de mujeres en todo el país.

Después de Bogotá, entre el gobierno de Uribe, Santos y Duque, 2002- 2022, Cali es la tercera ciudad en Colombia que registra más homicidios de mujeres con un total de 2.210 casos entre el gobierno de Uribe, Santos y Duque, 2002- 2022. Esto muestra que Medellín dejó de ser la ciudad con más homicidios a de mujeres a ser, en este momento, la que ocupa el tercer lugar, siendo Bogotá y Cali las primeras. En Cali, el gobierno que registró más homicidios de mujeres, fue el de Samper, seguido del de Pastrana y el de Uribe. Finalmente, Barranquilla y Cartagena presentan las cifras más bajas, en relación con los otros. Barranquilla, por ejemplo, tuvo un total de 528 homicidios de mujeres entre los periodos de 2002-2022 y Cartagena tuvo 288 homicidios de mujeres entre el 2002-2022. 

Finalmente, durante el Gobierno de Duque, Medellín tuvo un total de 151 homicidios de mujeres, Bogotá tuvo 387 homicidios de mujeres, Barranquilla tuvo 104 casos, Cali 269 casos y Cartagena tuvo 50 casos de homicidios de mujeres.

Las cifras en efecto, son escandalosas, y solo dejan entrever un país con niveles de violencia inconmensurables para las mujeres; este es el reflejo de la precarización de la vida, olas de desplazamiento interno consecuencia de la guerra y de la falta de condiciones materiales de existencia que inducen a la huida constante y a la falta de asentamiento en un lugar. Colombia sigue siendo un país altamente violento para las mujeres y la falta de voluntad política para la concreción de los Acuerdos de Paz en el año 2016 solo abre los intersticios de una paz prometida que tarda mucho en llegar.

¿Cómo se comporta el fenómeno del feminicidio en Antioquia?

En Antioquia, desde el año 2002 hasta el 07 de agosto de 2022, 4.853 mujeres fueron víctimas de feminicidio, y en Medellín 1.209 mujeres fueron víctimas de feminicidio (25 % del total de Antioquia).

Según el Observatorio de Feminicidios [11] de la Red Feminista Antimilitarista [12] desde el año 2018 hasta julio de 2021, es decir, durante el mandato de Iván Duque en Colombia, se cometieron 2.799 feminicidios y transfeminicidios, de los cuales 482 fueron en Antioquia. De las 482 mujeres víctimas de feminicidio en Antioquia se tiene lo siguiente con respecto a su agresor:

Aunado a lo anterior, en términos etarios, la estadística descriptiva y la literatura científica sobre el feminicidio muestran cómo la edad reproductiva de las mujeres las ubica en un mayor nivel de vulnerabilidad; esto implica que de las víctimas de feminicidio 150 eran jóvenes o adultas jóvenes entre 20 y 29 años. Sin dejar de lado, que de ellas 139 eran madres o gestantes y dejaron 41 hijas huérfanas y 69 hijos huérfanos [13].
Ahora se procede a analizar las armas empleadas, esto muestra, una vez más el acceso a las armas en Medellín y Antioquia, es decir, el acceso y la sectorización y a la hora de dividir mercados de ilegalidad entre drogas, armas de fuego, además de otros métodos de eliminación como tortura y sevicia que dejan en los cuerpos de las mujeres la señal de la violencia. En ese sentido, se tiene que la modalidad más utilizada en 226 casos de feminicidio fue el arma de fuego, seguida del arma cortopunzante por la que 123 mujeres víctimas de feminicidio, de 39 mujeres no se tiene información, 31 mujeres fueron víctimas de feminicidio con un objetivo desconocido y con 17 de ellas se usó un objeto contundente.

Porcentualmente, se tiene que 224 mujeres fueron baleadas, es decir, el 46 %; 115 fueron apuñaladas, es decir, el 23 %; de 38 mujeres no se tiene información suficiente lo que representa un 7 % sin los datos necesarios; 25 de estas mujeres fueron asfixiadas, es decir, el 5 % y 23 fueron golpeadas, es decir, el 4 %. Además, 224 de los casos, o sea, el 72 % fueron en la zona urbana y en la zona rural se dieron 83 casos, lo que representa el 27 %.

Además, en cuanto a ocupaciones de las mujeres, la información es la siguiente: para 147 mujeres víctimas de feminicidio no se tiene información, 69 de estas mujeres tenían un trabajo informal, 23 tenían un trabajo formal, 23 eran trabajadoras reproductivas en el hogar y 17 de ellas expendedoras de droga.

Finalmente, durante el segundo período de Álvaro Uribe se registraron 347 homicidios de mujeres en Medellín, en su último año de gobierno (2010) la tasa ascendió a 15 homicidios de mujeres por cada cien mil habitantes. En el segundo período de Juan Manuel Santos se registraron 200 homicidios de mujeres en Medellín. En el gobierno de Iván Duque el total, hasta julio de 2022, fue de 160 homicidios de mujeres. 

¿Cómo se comporta el fenómeno del feminicidio en Medellín?

A continuación, para estudiar las tendencias que han tomado los feminicidios se introduce un contexto del basamento de violencia que ha tenido este fenómeno en Medellín, y de esta manera, contrastar lo propuesto en el Plan de Equidad de Género y ubicar el panorama de violencia feminicida en la actualidad.

Si durante la década de los 80 se consolidó la violencia y el crimen organizado, en la década de los 90 se dieron los momentos de violencia más álgidos; fue en esta época cuando los enfrentamientos entre el Cartel de Medellín, el Cartel de Cali, organizaciones norteamericanas y el Estado colombiano la habían hecho consolidar como la ciudad “más violenta del mundo”. En este sentido, el primer ciclo se podría ubicar en la segunda mitad de la década de los 80. De estos periodos se tiene que (…) “ [la] estructura criminal remonta su primer origen al cartel de Pablo Escobar –jefe del mercado de la cocaína en los años 80-, heredada después por alias “Don Berna” y al día de hoy en disputa entre la Oficina de Envigado y Los Urabeños [14] ” (Jaramillo, A., Gil., M., 2014, p. 128) [15].

El reflejo de estos conflictos entre cárteles y el Estado se encuentra en que, en el año 1991, que correspondió al Gobierno de César Gaviria, hubo un total de 6.809 homicidios con una tasa de 495 homicidios por cada 100 mil habitantes en Medellín. En el mismo año en Antioquia hubo 12.224 homicidios y una tasa de 274 homicidios por cada 100 mil habitantes. Una vez más se reitera la categoría de hombres en armas, en estos contextos, la militarización de la vida estará en consonancia con los feminicidios: 

Soldados, policías, vigilantes, mercenarios, miembros de grupos delincuentes, ingenieros de la industria armamentista de la vigilancia global, que nace de la guerra militaro-industrial y de la guerra neoliberal por los recursos (Falquet, 2018, p. 139) [16].

En contextos de violencia y crimen organizado, como ocurre en Colombia y México, el crecimiento de su tasa guarda una estrecha relación con el incremento de la confrontación armada, lo cual da cuenta de la alta vulnerabilidad en que se encuentran las mujeres debido a su persistente situación de discriminación” (Valencia, P. & Nateras, M.,2019, p. 7) [17]

Esto posibilita entonces, comprender la imbricación entre la violencia contra las mujeres y cómo muta en Colombia conforme a las estructuraciones económicas y políticas, siendo entonces un sustrato social que hace del cuerpo de las mujeres un objeto en el que se rotula de la violencia.

Dice Segato “La barbarie (…) a través de los feminicidios, debe ser relacionada con el desarrollo de nuevas lógicas económicas, políticas y territoriales en las que se enfrentan diferentes bandas narcotraficantes que disputan el poder al Estado (Segato citada por Falquet, 2017, p. 7) [18].

¿Ha funcionado la inversión del plan de desarrollo de Equidad para la Mujer durante el gobierno de Iván Duque? ¿Se redujeron los homicidios de mujeres, los feminicidios y la violencia contra las mujeres?

Con respecto al gobierno de Duque, y la paz intermitente, se evidencia una falta de voluntad política durante este gobierno; como se muestra en la siguiente gráfica, en el periodo de Duque se llegó a uno de los picos más alto en homicidios de mujeres, es decir, por encima de mil, con 1,059 en 2021, cifra que no se veía desde 2014 con un número de 1,159 homicidios de mujeres. 

Es decir, realmente, parece que no se mitigó la violencia y el número de homicidios de mujeres retrocedió a niveles previos a la firma del acuerdo de paz con las FARC-EP. Como afirma Falquet, esta alianza de hombres en armas permite que reine el terror de una guerra permanente en ciertos lugares y sobre cierta población, particularmente sobre las mujeres, campesinas e indígenas (Falquet, 2016, p.17) [19].

Según un informe publicado por Indepaz, Cifras durante el gobierno de Iván Duque, Balance de la violencia en cifras, en el período de Duque hubo 131 lideresas sociales asesinadas, entre el 07 de agosto de 2018 y el 01 de agosto de 2022 (Indepaz, 2022, p. 15) [20]. Estas masacres, desplazamientos forzados y asesinatos, fueron cometidos principalmente por grupos armados ilegales; en primer lugar por los narcoparamilitares o sucesores del paramilitarismo, en segundo lugar, por los grupos disidentes y residuales del proceso de paz con las FARC-EP, en tercer lugar, al ELN y en cuarto lugar a la fuerza pública (Indepaz, 2022, p. 12).

Esto para concluir que esa inversión no sólo exacerbó la brecha entre lo rural y lo urbano, sino que agudizó el conflicto, mostrando cómo el gobierno estuvo desconectado y sin voluntad para priorizar la vida de lideresas y firmantes. Esto también tuvo como resultado las afectaciones urbanas exacerbadas por bandas y combos en medio de la desigualdad y la precarización de la vida, principalmente de las mujeres, y cómo la urbe se convierte en el atolladero de mujeres desplazadas y migrantes condicionadas por factores de violencia, guerras y despojos [21].

 

Además, al número de homicidios de mujeres se les suma la violencia intrafamiliar en Colombia. Según los datos de los años 2019 – 2021:

“En cuanto a violencia de pareja, por ejemplo, Medicina Legal pasó de registrar 49.026 casos en 2019 a 50.058 casos en 2021. El acceso a la justicia para las mujeres víctimas es difícil: la impunidad en delitos sexuales llega al 97%” (Vargas, 2022) [23].

Y en lo que respecta a Medellín, en los momentos en los que el número de feminicidios disminuyó, las causas se explican principalmente por la pandemia y con ella al confinamiento y las medidas sanitarias, es decir, se debió más a la contingencia que a un plan político destinado a entronizar la vida de las mujeres y sus hijos e hijas. Por ejemplo, en Medellín:

(…) el homicidio, que se redujo en un 43% de acuerdo con la predicción, la clausura de establecimientos públicos también pudo significar la reducción de las riñas, las cuales en ocasiones terminan con la muerte de alguno de los implicados (10% de los homicidios durante este período estuvieron asociados a problemas de convivencia, en tiempos normales este porcentaje oscila entre el 12 y el 15%). ( Londoño, D. et al., 2021, p.9) [24]. 

Hacia una inversión pública y un manejo presupuestal que contribuya a la erradicación de la violencia contra las mujeres

Un grupo de mujeres académicas, políticas, investigadoras y con un amplio recorrido en temas feministas, de género y que han trabajado en movimientos sociales de y con mujeres crearon un documento llamado Informe político: sector poblacional mujeres, ¿dónde están los derechos de las mujeres en el empalme? 2022- 2026, para el empalme con el nuevo gobierno, siendo enfáticas en las necesidades primordiales para el tratamiento de un plan gubernamental que priorice en la agenda “el cambio con las mujeres”, y en esta cápsula especificaremos el tema de la reducción de la violencia contra las mujeres.

(…) expertas en temas relacionados con los derechos de las mujeres, enfoque de género y diferencial, asumieron la responsabilidad de indagar y sistematizar la situación actual de los recursos administrativos, jurídico, financieros y humanos que ejecutó el gobierno saliente de Iván Duque a favor de las mujeres, e identificar qué deberá priorizar el gobierno entrante de Gustavo Petro y Francia Márquez (IEDM, 2022, p. 3) [25].

Siendo así, y sin descartar la importancia que tienen los múltiples temas del documento, nos centraremos en el que se refiere a las indicaciones propuestas en torno a los feminicidios, y con ello, a formas que amplíen las posibilidades de acción de las mujeres, que aparecen en los ejes programáticos y versan, someramente así [26]:

– Hacia una vida libre de violencias contra las mujeres y por la garantía efectiva de sus derechos sexuales y reproductivos;

– Plan de choque para el desarrollo y la prevención eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres;

– Plan de acción integral contra el feminicidio y todas las violencias, creando un sistema nacional de alertas tempranas;

– Capacitación a funcionarios públicos del sistema judicial, la fuerza pública, y de los sistemas nacionales de salud y educación, entre otros, para facilitar la denuncia, la investigación, reducir la impunidad y la revictimización, protegiendo los derechos de las víctimas.

– Campañas nacionales para la transformación de estereotipos de género, prohibiendo contenidos que atenten contra la dignidad de las mujeres y las niñas.

– Avanzaremos en la eliminación de la trata de personas y la explotación sexual de mujeres, niñas, niños y adolescentes, y en la garantía de derechos de las personas en ejercicio de la prostitución.

Y además cada eje programático contiene sus propuestas, en este caso, son:

– Propuestas a incorporar en el pnd, cap. el cambio es con las mujeres

i.Plan integral para prevenir las VBG y el feminicidio.

ii.Sistema de alertas tempranas de violencias basadas en género.

– Propuestas desarrollo programático en la gestión de gobierno

i.Derecho a una vida libre de violencias (IEDM, 2022, p. 90- 96) [27].

Para finalizar y retomando el planteamiento inicial con respecto a las inversiones públicas y el Trazador Presupuestal, es importante resaltar que parte del trabajo del equipo de empalme consistió en condensar lo realizado en el gobierno de Iván Duque y resumieron en tres ejes:

a) Técnico: planes y programas y proyectos del gobierno saliente, así como lo formulado e implementado los sectores administrativos.

b) Político: limitaciones, exclusiones a la hora de impulsar los derechos de las mujeres, sus resultados y acciones.

c) Económico: Trazador Presupuestal para la Equidad de la Mujer.

Una de sus propuestas es que pueda “garantizar el principio de universalidad de implementación en el sector público, por lo tanto, fortalecer las herramientas para la formulación técnica y financiera de los proyectos de inversión con enfoque de género a nivel nacional y descentralizado” (IEDM, 2022, p. 22) [28].

Conclusiones

Se resalta la creación de un Plan de desarrollo de Equidad para la Mujer con el que se le abre paso al abordaje de los derechos de las mujeres de forma diferenciada y con una guía que introduce perspectivas de género. Aun así, el gobierno, falto de voluntad política y además, mediante la disminución de recursos, no pareció focalizar la inversión mediante acciones concretas; tampoco reflejó un enfoque que contemplara a poblaciones que, en la dualidad campo-ciudad, han sido relegadas en zonas inhóspitas y conservan otras costumbres alejadas de la centralidad urbana.

También, ante la falta de una medición no se pudo comprobar el resultado obtenido de la inversión, ¿Cómo medir la distribución y el manejo de la asignación presupuestal destinados a los derechos de las mujeres?

Por otra parte, en materia de violencia contra las mujeres y la tasa de los feminicidios se propuso una guía con indicadores, pero es menester ser reiterativos en que la tasa de feminicidios, como indicador cuantitativo, se fortalece mediante el uso de indicadores cualitativos que posibiliten, antes de llegar al feminicidio detectar, prevenir y atender a las mujeres en riesgo. Además, los indicadores propuestos deben trascender verbos que en ocasiones se quedan en generalizaciones y son muy vagos para lograr conceptualizar las experiencias subjetivas, a saber, el indicador sobre “percepción de inseguridad”.

¿Qué otros indicadores pueden conversar con el indicador de la percepción? ¿Qué otros indicadores se le pueden sumar a los dos propuestos para tener un mayor abordaje de la seguridad, la violencia, el acoso, el abuso? De manera que en la gama de posibilidades se puedan medir de forma cualitativa los cambios realmente existentes y que permitan reducir la tasa de feminicidios. Esto sin dejar de lado el uso de indicadores que se remitan netamente a los resultados, sino que sean elaborados desde el cambio, para poder crear procesos de incidencia que sean sostenibles en un tiempo determinado, y de ser posible que modifiquen las prácticas del sujeto social desnaturalizando los feminicidios y los homicidios.

Una sugerencia de un indicadores cuantitativos [29] podrían ser:

– Incidencia del uso de armas de fuego en casos de homicidios dolosos de mujeres y en casos de feminicidio.

– Proporción de feminicidios en contextos de criminalidad organizada.

En tanto que posibilitan, por ejemplo, y a propósito de la violencia de hombres en armas, comprender ampliamente el lugar que ocupan las mujeres en estos contextos, esto solo de forma ilustrativa, pero que también se presenta como una exigencia y un reclamo a un gobierno que no solo de cuenta de ¿en qué se invierten los recursos? sino que en efecto, el monto presupuestal anual, las entidades a las que se destinan y las categorías de análisis conversen con la realidad de las mujeres, y que esto priorice a aquellas que se ven altamente afectadas por la precarización de la vida y los altos niveles de pobreza y desigualdad haciéndolas más vulnerables, como se ha comprobado en anteriores análisis mensuales de Casa de las Estrategias [30] , no solo a manifestaciones de violencia sino a los feminicidios.

 

[1] Se hace uso del concepto Equidad para las Mujeres pues este es el término utilizado en el Plan de Desarrollo. 

[2] Teniendo en cuenta que tomamos los datos de Medicina Legal no es posible establecer, a nivel Colombia, cuáles de esos casos fueron feminicidios; es por eso que aparecen con la categoría Homicidios de Mujeres. Sin embargo, los datos a nivel Antioquia y Medellín fueron tomados del Observatorio de Feminicidios de la Red Feminista Antimilitarista, es decir, casos confirmados como feminicidios según los criterios de este observatorio.

[3] Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. (2020, p. 6). Trazador Presupuestal para la Equidad de la Mujer, guía para la inclusión de enfoque de género en el ciclo de planeación de políticas públicas. Gobierno de Colombia. Recuperado de: https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Inversiones%20y%20finanzas%20pblicas/MGA_WEB/Instructivo%20trazador%20presupuestal%20Equidad%20Mujer.pdf 

[4]  Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. (2020). Trazador Presupuestal para la Equidad de la Mujer. Gobierno de Colombia. Recuperado de: http://www.equidadmujer.gov.co/prensa/2019/Documents/TRAZADOR-PRESUPUESTAL-PARA-LA-EQUIDAD-DE-LA-MUJER.pdf

[5] La Silla Vacía. (2021). El gobierno le meterá menos plata a la equidad de género justo cuando más lo necesita. https://www.lasillavacia.com/historias/silla-nacional/el-gobierno-le-metera-menos-plata-a-la-equidad-de-genero-justo-cuando-mas-se-necesita

[6] Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. (2020, p. 19). Trazador Presupuestal para la Equidad de la Mujer, guía para la inclusión de enfoque de género en el ciclo de planeación de políticas públicas. Gobierno de Colombia. Recuperado de: https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Inversiones%20y%20finanzas%20pblicas/MGA_WEB/Instructivo%20trazador%20presupuestal%20Equidad%20Mujer.pdf 

[7] Ibid, p, 19.  

[8] Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. (2020). Trazador Presupuestal para la Equidad de la Mujer, guía para la inclusión de enfoque de género en el ciclo de planeación de políticas públicas. Gobierno de Colombia. Recuperado de: https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Inversiones%20y%20finanzas%20pblicas/MGA_WEB/Instructivo%20trazador%20presupuestal%20Equidad%20Mujer.pdf 

[9] Ministerio de Hacienda Pública, Trazador Equidad de la Mujer: https://www.pte.gov.co/WebsitePTE/ 

[10] La Silla Vacía. (2021). El gobierno le meterá menos plata a la equidad de género justo cuando más lo necesita. https://www.lasillavacia.com/historias/silla-nacional/el-gobierno-le-metera-menos-plata-a-la-equidad-de-genero-justo-cuando-mas-se-necesita 

[11] Teniendo en cuenta que tomamos los datos de Medicina Legal no es posible establecer, a nivel Colombia, cuáles de esos casos fueron feminicidios; es por eso que aparecen con la categoría Homicidios de Mujeres. Sin embargo, los datos a nivel Antioquia y Medellín fueron tomados del Observatorio de Feminicidios de la Red Feminista Antimilitarista, es decir, casos confirmados como feminicidios según los criterios de este observatorio. Esto hace que en la gráfica el número difiere del texto. Pues los primeros son tomados de Medicina Legal y los segundos como Feminicidios.

[12] Véase: http://www.observatoriofeminicidioscolombia.org/index.php/reportes

[13] Véase: http://www.observatoriofeminicidioscolombia.org/index.php/reportes

[14] Conocidos actualmente como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) o el Clan del Golfo.

[15] Jaramillo, A. & Gil, M. (2014). Medellín en su laberinto, Criminalidad y violencia en comienzos del siglo XXI en Ciudades en la encrucijada: Violencia y poder criminal en Río de Janeiro, Medellín, Bogotá y Ciudad Juárez. Corporación Región, Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales Universidad Nacional de Colombia, 119- 178. 

[16] Falquet, J. (2018). Hacia un análisis feminista y dialéctico de la globalización neoliberal: el peso del complejo militaro-industrial sobre las «mujeres globales». Revista Internacional De Pensamiento Político.

[17] Valencia, P. & Nateras, M. (2019). Violencia en contra de las mujeres como discriminación en contextos de violencia criminal: el caso del feminicidio en Medellín y el Estado de México. Revista Criminalidad.

[18] Falquet, J. (2017). De los asesinatos de Ciudad Juárez al fenómeno de los feminicidios: ¿nuevas formas de violencia contra las mujeres? Vientos Sur.

[19] Falquet, J. (2006). “Hommes en armes et femmes “de service” : tendances néolibérales dans l’évolution de la division sexuelle et internationale du travail”. Cahiers du Genre, Travail et mondialisation. Confrontations Nord/Sud, n.° 40, pp 15-38.

[20] INDEPAZ. (2022). Cifras durante el gobierno de Iván Duque, Balance de la violencia en cifras. Recuperado de: https://www.nodal.am/wp-content/uploads/2022/08/gobduq.pdf

[21] Sánchez, G. (2021). Colombia prisionera entre el conflicto y la paz. EL ESPECTADOR. Recuperado de: https://www.elespectador.com/politica/colombia-prisionera-entre-la-guerra-y-la-paz-gonzalo-sanchez/ “El con­flicto armado fungió por décadas como una excusa tanto en el plano político como social para dejar de encarar la inequidad, la recurren­cia de la violencia, el precario aparato de justicia, los bajos niveles de participación, la pobreza, la corrupción o la incredulidad ciuda­dana en la clase política, asuntos que desde luego no son resueltos por la paz, aunque sí puedan crear las condiciones para enfrentarlos mejor”.

[22] Hasta julio de 2022.

[23] Varas, L. (2022). El duquecito mentiroso: balance de género del gobierno Duque: https://cerosetenta.uniandes.edu.co/el-duquecito-mentiroso-balance-de-genero-del-gobierno-duque/

[24] Londoño, D. et al. (2021). Comportamiento delictivo en Medellín en tiempos de pandemia, un modelo espacio-temporal. Estudios Gerenciales, 37 (159), 188-199.

[25] Informe político: sector poblacional mujeres, ¿dónde están los derechos de las mujeres en el empalme? 2022- 2026. Recuperado de: https://drive.google.com/file/d/1AzTTbu4afOvbp3JvDzUod4c4iFwjY20e/view

[26] Informe político: sector poblacional mujeres, ¿dónde están los derechos de las mujeres en el empalme? 2022- 2026. Recuperado de: https://drive.google.com/file/d/1AzTTbu4afOvbp3JvDzUod4c4iFwjY20e/view

[27] Informe político: sector poblacional mujeres, ¿dónde están los derechos de las mujeres en el empalme? 2022- 2026. Recuperado de: https://drive.google.com/file/d/1AzTTbu4afOvbp3JvDzUod4c4iFwjY20e/view

[28] Informe político: sector poblacional mujeres, ¿dónde están los derechos de las mujeres en el empalme? 2022- 2026. Recuperado de: https://drive.google.com/file/d/1AzTTbu4afOvbp3JvDzUod4c4iFwjY20e/view

[29] Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres. (2018). Instrumento para la medición de femicidios, transfemicidios y travesticidios Una propuesta para la construcción de información criminal con perspectiva de género. Procuraduría General de la Nación de Argentina. Recuperado de: https://www.mpf.gob.ar/ufem/files/2018/10/Instrumento-de-medici%C3%B3n.-Versi%C3%B3n-FINAL.pdf

[30] Véase en: https://casadelasestrategias.com/analisis-mensual-de-feminicidios-en-medellin-agosto-2022/

 

 

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