Lemnis Milagros Montanés Pinto
Casi seis años han transcurrido desde que Lemnis llegó a Colombia en un viaje marcado por la esperanza y la incertidumbre. Se estableció en el barrio Floresta Pradera Baja de Medellín, donde encontró en su familia y en la esperanza de un futuro mejor el impulso para comenzar de nuevo. Aunque el camino estuvo plagado de obstáculos, la determinación de su espíritu y su actitud optimista guiaron cada paso.
El budare, es un utensilio de cocina que sirve para hacer arepas, para Lemnis es un pedacito de su hogar que la ha acompañado en la construcción de su nueva vida. Está forjado en hierro colado y su transformación de plateado a negro con el paso del tiempo, según ella, es el reflejo de las experiencias vividas desde que lo adquirió hace diecisiete años.
Cada vez que enciende el fogón y coloca el budare sobre él, siente que está en casa. El olor a masa de maíz y el sonido de la arepa cocinándose la transportan a la cocina de su abuela, donde siempre reinaba el calor humano y la alegría. Esos momentos compartidos alrededor del budare son los que la mantienen conectada con sus raíces, con los recuerdos de su infancia y con el amor de su familia. Hoy, Lemnis usa su arte en la cocina, para unir a las comunidades.
A través del budare, encuentra consuelo y familiaridad en esta tierra lejana, donde la arepa también es tan popular, pero tan diferente. Carga en sus manos un símbolo de su cultura y de su lucha por un futuro mejor. Cada arepa que sale de su superficie es un recordatorio de que, a pesar de la distancia, aquí en Medellín también tiene un hogar donde pertenece.