Kelly Mercedes Márquez Cady
Su historia, como la de muchos otros migrantes, inicia con la adversidad. Llegó a Colombia debido a los problemas que su pareja enfrentaba con bandas en Venezuela. Inicialmente, dejaron a sus hijos atrás y atravesaron la frontera en un viaje a pie. En su travesía llevó un monedero, el cual ha sido su compañero durante cuatro años.
Este objeto es especialmente significativo porque era el favorito de su madre, y lo conserva para sentir su presencia y recordar su amor. Cada vez que ve el monedero, Kelly recuerda las lecciones de vida impartidas por su Mamá, quien desde el amor le enseñó a ser fuerte, valiente y resiliente y que hoy, la hacen una mujer capaz de superar cualquier obstáculo.
El monedero conecta a Kelly con los consejos, mimos, y la complicidad con su madre, haciéndole sentir que a pesar de la distancia no está sola. En una ocasión, cuando fueron desalojados de su vivienda en Cúcuta de manera repentina, Kelly se angustió al darse cuenta de que había olvidado el monedero.
Después de enfrentar dificultades con el arrendador, finalmente logró recuperarlo, encontrándolo guardado en un rinconcito de la casa. Ahora, Kelly tiene a sus hijos con ella y se ha comprometido a no tener más hijos para poder dedicar tiempo a sí misma en el futuro. Se dedica a la peluquería, el cual es su sustento y el de su familia, un oficio que además, aprendió de su madre.